Cuando como programador descubrí que los usuarios no podían usar las aplicaciones que creaba, mi cerebro explotó. Fue ahí que descubrí un mundo nuevo, el del Diseño de la Interacción, al que he dedicado mi vida profesional en los últimos 18 años. Dirijo el equipo de Concreta, doy clases y participo activamente de la comunidad, tratando de devolverle el capital inmenso que me ha brindado durante todos estos años.
"Un censo es un evento ""Rara Avis"": sucede cada una década, tiene altísima exposición, es un gran operativo logístico y tiene una sola bala de oro: sale bien o sale mal. En el siglo XXI los países comenzaron a incorporar la opción de auto-llenado digital con distintos niveles de éxito. La alta participación digital de calidad en el censo no solo hace las cosas más fáciles para el ciudadano: simplifica enormemente la logística y baja significativamente costos. Cada punto de participación digital que se pierde implica cientos de personas que tendrán que ir a golpear puerta a puerta los hogares para censar a la población. Diseñar la interfaz del formulario digital del censo es entonces un desafío no solo exigente sino atípico: no hay una base de donde partir y el resultado es tan relevante como fugaz, ya que será dada de baja el día que se complete el último formulario. En un país como Uruguay, con cobertura de fibra óptica al hogar cercana al 100% y penetración móvil casi total, estaban dadas las condiciones técnicas, hacia falta la interfaz usable y accesible. Hoy sabemos que el objetivo se cumplió, y eso hace relevante entender cómo se hizo."